En su decidida intención de promocionar el Camino de Santiago el monarca
Sancho Ramírez decide en el año
1090 que en el lugar de Lizarra, antiguo emplazamiento vascón, surja una etapa del Camino. Construye un castillo, establece un núcleo de población, la rodea de murallas y le concede un Fuero, basado en el de Jaca, autorizando la instalación de francos, hombres libres de vasallaje a nobles y clero, fomentando así la actividad comercial y el enriquecimiento económico y cultural de la ciudad.
Así surge en la margen derecha del río Ega,
el Burgo de San Martín, el más monumental de los barrios estelleses, en torno a las calles San Nicolás y Curtidores. Es aquí donde nace el primer templo románico de Estella-Lizarra:
San pedro de la Rúa. Cruzado por la Ruta Jacobea, el actual barrio de San Pedro conserva un marcado ambiente medieval.
La visita comienza en la plaza de San Martín, presidida por una fuente renacentista del siglo XVI y popularmente conocida como
fuente de "la Mona" o de "los Chorros". En los aledaños de la plaza se encuentra un edificio barroco del siglo XVII, que fue el Ayuntamiento de Estella-Lizarra hasta el siglo XIX. La fachada renacentista, de tres plantas, presenta columnas y pilastras clásicas con capiteles compuestos. En el piso noble se muestran dos escudos de la ciudad. Muy cerca se encuentra el puente de San Martín o del Azucarero, de origen medieval.
A la derecha de la plaza, una larga escalinata construida en 1968 asciende hasta la
iglesia de San Pedro de la Rúa, una de las más bellas del románico en Navarra. Conserva una original portada polilobulada del siglo XIII y un claustro de finales del siglo XII. A los pies de la escalinata puede contemplar, en uno de los extremos de la plaza de San Martín, el hermoso
Palacio de los Reyes de Navarra del siglo XII,
único ejemplo de arquitectura civil románica de la Comunidad, hoy sede del
Museo Gustavo de Maeztu.
De las puertas de entrada a la ciudad, sólo se mantiene el medieval
Portal de Castilla, con remodelaciones del siglo XVI y decorado con el emblema de la ciudad. Se encuentra al final de la calle San Nicolás, entre el Palacio de los Reyes de Navarra y la iglesia de San Pedro.
La rúa de los Curtidores también alberga singulares construcciones como la
Casa de Cultura Fray Diego o Palacio de San Cristóbal, edificio plateresco del siglo XVI, el palacio barroco del Gobernador levantado en 1613 que acoge el actual
Museo del Carlismo y el puente de la Cárcel o San Agustín, reconstruido en 1975. Observe a lo largo de esta rúa los numerosos arcos góticos que daban acceso a tiendas y hospederías abiertas a la orilla del camino jacobeo.
Continúa la calle Curtidores hasta la
iglesia del Santo Sepulcro del siglo XII con una
maravillosa portada del XIV. Muy cerca se encuentran el convento gótico de Santo Domingo, reconvertido parcialmente en residencia geriátrica, y la
iglesia de Santa María Jus del Castillo, con ábside románico y fachada barroca, posiblemente edificada sobre una sinagoga judía.