La localidad más ribera de Navarra,
Cortes, se encarga de montar el belén cada Navidad. La Virgen María, San José, el niño Jesús, la guardia romana, los Reyes Magos, los pastores, lavanderas, herreros y demás personajes variopintos cobran vida para hacer que los visitantes retrocedan en el tiempo 2000 años y se sientan en pleno corazón de la legendaria Belén de Judea.
Los cortesanos se vuelcan en la representación de escenas cotidianas en un escenario inmejorable: los
jardines del castillo de Cortes. Un total de 25.000 metros cuadrados en los que no falta de nada: mercadillo, molino, poblado, herrería, panadería rústica, carpintería, montaña de los leprosos, alfarería, templo de Pilatos, circo de gladiadores, castillo de Herodes, taberna y degustaciones de dulces, castañas, migas, chocolate, pinchos y vino.