La visita comienza con un audiovisual de 15 minutos y después se accede a la exposición. En ella, podrá admirar una recreación de un
trujal de principios del siglo XX y conocer todos los elementos empleados antaño en la elaboración del
aceite de oliva. Paneles informativos ayudan a entender el proceso que comienza en las antiguas básculas y terminan en los depósitos metálicos y tinajas de cerámica destinadas al almacenaje del aceite.
Así, el visitante podrá seguir el recorrido de la aceituna y pasar por las tolvas de alimentación destinadas a cargarlas en los rulos troncocónicos que la trituraban. Una vez molida, la oliva se mezclaba con agua caliente empleando una estufa-calderín y una mezcladora. Después, el prensado y decantación para obtener el valorado aceite. Y por fin, se almacenaba hasta su reparto y venta.
El aceite de oliva: un poco de historiaSegún la mitología, Atenea, diosa de la sabiduría, hizo brotar de una lanza este árbol sagrado, y a continuación sentenció:
"... no sólo sus frutos serán buenos para comer, sino que de ellos se obtendrá un líquido extraordinario, el cual servirá para alimento de los hombres y para alivio de sus heridas". Y así fue.
Los
romanos primero y la
civilización islámica después, extendieron y depuraron las técnicas del cultivo del olivo por las tierras Ibéricas. Desde los siglos XVII y XVIII, los molinos de aceite ocupan toda la península conocidos también como almazaras (influencia árabe). En 1798 se fecha el inicio del cambio de molinos de muelas por los de rulos troncocónicos, último método para producir aceite mediante molinos. A partir del siglo XIX, la
industrialización aporta el mecanizado de todo el proceso, pero a pesar de todo, la base sigue siendo la misma.
Aceitunas: época y recolecciónEn otoño se recoge a mano una cantidad considerable de fruto destinado a
aceituna de mesa. Un poco más tarde, casi entrado el invierno, cuando las olivas están maduras se recolecta el resto. El índice de madurez se determina mediante una escala de 0-7, calculándose en función del color de la piel y de la pulpa. En el
trujal Mendia de Arróniz se cuida especialmente este punto pues la calidad de su aceite está avalada mediante
Denominación de Origen.
El mayor porcentaje de la recogida se realiza de forma manual, siendo los procedimientos más habituales el deshoje y el
vareado de los árboles. En los últimos años, han aparecido sistemas semi-manuales, introduciendo máquinas vibradoras que hacen caer el fruto a redes dispuestas en la base del olivo y que se vacían manualmente a cestos.