A pocos kilómetros del
bosque Quinto Real y a orillas de un embalse, encontramos la localidad pirenaica de Eugi. Hace mucho tiempo ya que las carboneras han dejado de humear en sus montes. Ya no dan carbón. Ya no se mantienen encendidas las fraguas de las ferrerías
-llegó a contar con tres-. La Armería Real ya no fabrica balas de cañón ni armaduras para los soldados. Ya no se trasportan leños por el río Arga hasta Pamplona. Ya no se llevan a cabo actividades de estraperlo. Carboneros, mineros, herreros, almadieros, contrabandistas... Oficios que han forjado la historia de
Eugi y que hoy han desaparecido.
Con el fin de que no caigan en el olvido, en la primera planta de las antiguas escuelas se ha instalado el
Centro de Referencia Histórica de Eugi "Olondo". Un espacio expositivo de 100 metros cuadrados bautizado con el nombre de una antigua ferrería, hoy desaparecida bajo las aguas. Un centro que, a través de paneles, fotografías, siluetas de armaduras reales, herramientas antiguas, balas de cañón y minerales extraídos en la zona, recoge la historia, las formas de vida, las tradiciones y la riqueza natural de Eugi y su entorno.
Una buena oportunidad para descubrir algunas curiosidades de la localidad como que en 1423 el rey Carlos III el Noble mandó hacer en la ferrería de Eugi una armadura cincelada con galones de oro o que de los fogones de la fábrica salieron las armaduras infantiles de Felipe III y Felipe IV, consideradas entre las mejores del mundo.
Y para familiarizarse con el entorno in situ, nada mejor que darse un
paseo de hora y media rodeando el embalse de Eugi entre robles y hayas (atención, el recorrido propuesto no está señalizado) o buscar
las ruinas de la desconocida fábrica de armas ocultas entre las hayas del bosque Quinto Real.