Los hermosos bosques de
Aralar y las zonas de pastos hacen que esta sierra tenga un gran valor naturalístico: hayas, robles y avellanos se levantan junto a pastizales por los que deambulan ovejas latxas, yeguas y caballos. Aunque la naturaleza es la protagonista en la sierra de Aralar, la piedra también juega un papel importante. Nos ha dejado multitud de dólmenes diseminados por toda la sierra, bellos caserones como los de Madotz, Astitz o Baraibar, molinos como el de
Aitzarrateta o ermitas como la de Santiago de Itxasperri. Aunque, sin duda, el monumento más destacado es el
santuario medieval de San Miguel de Aralar. Lugar emblemático en cuyo interior se conservan las cadenas que según la leyenda llevaba Teodosio de Goñi como penitencia por haber matado a sus suegros, víctima de un engaño del diablo y de las que se vio liberado al invocar a San Miguel venciendo así al dragón de Aralar. Recuerda pasar tres veces por debajo confiando en que este acto te traerá suerte.
Los distintos accesos a este paraje conducen al visitante por rincones singulares. Así, el viajero que asciende por el norte (Valle de Larraun) desde
Lekunberri, tras 12 km rodeado por el bosque de hayas, puede detenerse en
las campas de Albi. Allí aguarda el cercano dolmen del mismo nombre. En el kilómetro 13, puedes detenerte en el aparcamiento y realizar el paseo que arranca de la Casa forestal
- donde se inician las pistas de esquí de fondo en invierno -: una pista asciende entre hayedos hasta que el camino se abre y se llega a los rasos de Aralar. Tras 6 km. de paseo, con un desnivel de 300 metros, podrás ver la cima de
Irumugarrieta o encontrar, entre bordas de pastores, ganado, hayas, robles, helechales y prados siempre verdes, dólmenes diseminados por toda la sierra. Desde Lekunberri se puede realizar también la
Vía Verde del Plazaola.
En el mismo valle,
Iribas regala otro de los paseos imprescindibles en la sierra. El sencillo
sendero del nacedero del Larraún-Iribas, de 5 km te permitirá descubrir cómo las aguas de Aralar juegan con el suelo calizo en los nacederos del Ertzilla y el Larraun.
Un poco más al sur del valle de Larraun, la
cueva de Mendukilo, en Astitz permite explorar las entrañas de la sierra. Una gruta utilizada durante siglos como establo para el ganado, adaptada en la actualidad para que los visitantes puedan contemplar espectaculares salas con preciosas estalactitas, estalagmitas y unas dimensiones que llegan a los 60 metros de largo y 20 metros de altura.
Los que prefieren realizar la incursión a Aralar desde el sur pueden hacerlo partiendo de la Sakana. Desde Uharte-Arakil puede realizarse una ascensión a pie hasta el
Santuario de San Miguel de Aralar, de menos de 1 km de distancia pero con casi 400 metros de desnivel en la que se contemplan dólmenes como el de
Arzabal. Para los amantes de los vestigios prehistóricos existe una ruta temática desde el camping de Etxarri-Aranatz. Se trata del
sendero de los dólmenes, de casi 15 km y más de 600 metros de desnivel que conduce al caminante por bosques de robles y hayas deteniéndose en diez monolitos.
Ruta recomendada para conocer el entorno próximo a la sierra de Aralar.