El
valle de Baztan ofrece un perfil dibujado por cumbres de alrededor de mil metros que enmarcan caseríos y bordas dispersos por las laderas donde el ganado campea a sus anchas. La mejor panorámica de la zona se obtiene desde el mirador del Baztan situado en
Ziga. O desde el puerto de Otsondo, a 600 m de altitud, donde disfrutarás de una amplia perspectiva hacia la vertiente de la costa. Tomando una pequeña carretera a mano derecha se accede a la cima de Gorramendi con panorámicas igualmente impresionantes.
Una vez contemplada la panorámica de este enclave, merece la pena realizar una incursión en el valle para conocer sus múltiples matices y atractivos. La huella de la historia se hace presente en todos los rincones del valle. La estación de dólmenes de Izpegi o los megalitos de Erratzu-Alduides nos hablan de poblados prehistóricos y numerosas torres-fortaleza y palacios de cabo de armería recuerdan los conflictos fronterizos de la Baja Edad Media. Destacan por su singularidad la casa
Jaureguizar en Arraioz, el palacio-fortaleza de los Ursúa en Arizkun, los palacios de cabo de armería
Jarola y
Ascoa en Elbete, el palacio de
Arizkunenea (hoy casa de cultura), o la Casa
Puriosenea de Elizondo.
Otro aspecto importante de este valle es su relación con el
Camino de Santiago. Los peregrinos que venían de Bayona (Francia) atravesaban el Pirineo Occidental por el puerto de Dantxarinea y se adentraban en este valle. Testigos mudos de aquella época son construcciones como la ermita de Santiago en Azpilikueta o el hospital de peregrinos de Elizondo. En general, puede decirse que el arte religioso del Baztan se caracteriza por su monumentalidad y por algunas obras de gran valor como la iglesia de San Lorenzo del siglo XVI en Ziga, de estilo herreriano temprano.
Un valle donde las leyendas y los personajes mitológicos se mezclan muchas veces con otros reales, aunque con halos misteriosos. Es el caso de los
agotes. Una etnia de orígenes inciertos que atraen a los visitantes hacia
Arizkun, donde puede visitarse
el Parque Escultórico de Xabier Santxotena.
Otro de los atractivos de este
valle pirenaico es el senderismo. Entre las infinitas posibilidades encontramos la
ruta Abartan. Un recorrido de 12,60 km testigo de una milenaria cultura pastoril que parte de Ziga o el hermoso paseo de la
Cascada de Xorroxin. Un camino que llega hasta un llamativo salto de agua, en un paraje de exuberante vegetación.
Baztan posee también un rico patrimonio folclórico. Ha mantenido ancestrales costumbres que se traducen en el uso generalizado del euskera, de instrumentos musicales como la
txalaparta y en las danzas bailadas al son del
txistu y el tamboril. Tradiciones hoy convertidas en fiestas. No faltan las ferias de ganado, los carnavales, las competiciones de pelota o las reuniones de hermandad del valle como el famoso
Baztandarren Biltzarra, que se celebra en julio.
Estas tierras tan ricas harán las delicias de los más golosos. Y es que en
Elizondo se elabora el mejor chocolate con avellanas de todo Navarra. Mientras paseas por sus calles, sentirás como el olor invade tus sentidos. También caerás en esta dulce tentación.
Ruta recomendada para conocer el entorno próximo al valle de Baztán.