San Nicolás es la única iglesia de
Pamplona que conserva algún resquicio románico. En el exterior del edificio religioso, el gótico predominante del interior sólo es visible en dos de sus puertas, el ábside y algunas zonas del muro alto. La mayor parte está escondida tras añadidos realizados por Ángel Goicoechea en el siglo XIX.
Inicialmente, la iglesia contaba sólo con la entrada que da a la plaza de San Nicolás. Posteriormente, la ciudad fue creciendo en dirección opuesta, lo que obligó a la urbanización del paseo de Sarasate y a la creación de otra fachada (1888) en esta zona cada vez más transitada. Al mismo tiempo, se creó la casa parroquial y el pórtico neogótico que rodea el edificio por el norte y el oeste. Como construcción bélica tuvo varias torres pero la que hoy existe, con campanario y almenas, es obra de José Martínez de Ubago, de 1924, fecha en la que el templo volvió a ser restaurado.
Accediendo al interior, se descubre el planteamiento más usual de la
arquitectura religiosa medieval, con un templo según planta de cruz latina, tres naves de coro alto y un ábside en la cabecera, aunque su alzado es producto de varias fases dentro de un mismo estilo gótico.
El trazado, las cubiertas de cañón apuntado de las naves laterales y parte del muro central son protogóticas. Al siglo XIV pertenecen las cubiertas de crucerías de la nave central, el crucero y el presbiterio con su crucifijo y sus
muros rasgados por vidrieras. Todos los retablos de desmontaron tras la restauración de 1982, año en que aparecieron restos de pinturas medievales.
No olvide antes de salir al exterior dirigir su vista hacia el coro del templo. En ese punto encontrará un gran
órgano barroco construido en 1769. Está considerado como el más importante de la ciudad. Cada año, el 1 de noviembre se celebra un concierto-homenaje al músico pamplonés Pablo Sarasate.
Para esta iglesia hay además una fecha clave en el calendario: el 3 de febrero,
festividad de San Blas, abogado protector de la garganta. En Pamplona la tradición popular de llevar alimentos a los templos para ser bendecidos se localiza exclusivamente en este recinto religioso, donde se encuentra la cofradía de clérigos de San Blas, fundada de 1339.
Cada año en este día se celebra una pequeña procesión por el atrio con la imagen del Santo y se bendicen en el interior los alimentos. En la plaza se coloca durante todo el día el
mercadillo de roscos y dulces típicos, como los piperropiles y caramelos. Todos están bendecidos. Si usted padece mal de garganta, éste desaparecerá tras su ingestión...
Por la tarde y noche, la zona se llena de estudiantes que transitan a ambos lados de la plaza, entre las calles San Nicolás y San Gregorio, las de mayor densidad en bares de la ciudad.