La influencia del Camino de Santiago y de la judería -fue la tercera en importancia después de las aljamas de Tudela y Pamplona-, envuelve toda la ciudad. Fundada en el año 1090 por Sancho Ramírez, vivió su máximo esplendor en los siglos XII y XIII. De esta época es el
Palacio de los Reyes de Navarra, uno de los pocos legados de románico civil que quedan en España de esta época. Su interior alberga el
Museo Gustavo de Maeztu, palacio ubicado entre la calle San Nicolás y la plaza San Martín, donde podrás beber de la fuente de los chorros, del siglo XVI, antes de continuar tu visita.
El puente gótico del Azucarero, el románico reconstruído en el S.XX de la Cárcel, y la puerta medieval de Castilla, la única restante de las murallas que rodearon los burgos medievales, son otros ejemplos de arquitectura civil de la ciudad.
Callejear tranquilamente por Estella-Lizarra te llevará a descubrir bellos palacetes y casonas, como el palacio de los Eguía (XVI), sede de la actual biblioteca, la mansión señorial de los Ruiz de Alda (XVII),
la casa Fray Diego de Estella-Lizarra, que alberga la casa de cultura de la ciudad, el palacio plateresco del siglo XVI,
el palacio del Gobernador (XVII), que en la actualidad alberga el
Museo del Carlismo, y viejos arcos góticos que daban entrada a tiendas y hospederías jacobeas. No te pierdas la calle Mayor, con sus edificios blasonados y un palacio barroco del siglo XVIII en el número 41; el edificio de la Estación (1927) y el palacio de Luquin (XVII).
Entre los edificios religiosos, visita las ruinas de la iglesia medieval de San Pedro de Lizarra: fíjate en la estela romana adosada al muro sur. La iglesia de
San Pedro de la Rúa, de estilo románico tardío, tiene portada del siglo XIII y claustro del XII. En la de
San Miguel (XII-XIV), destaca su hermoso pórtico tardo románico del que se dice ser el mejor de España en su estilo.
Detente ante la primorosa portada del siglo XIV de la
iglesia del Santo Sepulcro, las puertas de la iglesia de San Juan Bautista, la iglesia de
Santa María Jus del Castillo, donde se ubicaba la antigua sinagoga, la
basílica de Nuestra Señora del Puy.
El paseo de los Llanos que sigue el curso del río Ega, y el de Valdelobos que continua por el recorrido del antiguo ferrocarril vasco-navarro, son los más utilizados por los estellicas para caminar.
El 25 de mayo, Estella-Lizarra festeja a su querida Virgen del Puy, patrona de la ciudad. Si visita la ciudad a finales de julio, la encontrarás engalanada como en la Edad Media para celebrar la
Semana Medieval, y el viernes anterior al primer domingo de agosto comienzan 7 días de sus animadas fiestas patronales. La segunda quincena de septiembre podrás acudir a la
Semana de Música Antigua y en torno al 30 de noviembre y coincidiendo con fin de semana, se celebra la feria de ganado y artesanía de San Andrés.
Cualquier excusa es buena para degustar los platos tradicionales de esta zona: verduras de temporada, pochas, garbanzos, trufa, ajoarriero, cordero al chilindrón y gorrín asado. Entre los postres típicos destacan las alpargatas (pastel de hojaldre), rocas del Puy, tarta de Santiago, sanchicos (bombones rellenos), quesos de tipo
Idiazabal . No olvides que estamos en tierra de ricos caldos. Si lo deseas podrás visitar alguna de las bodegas cercanas.