Rodeada por las sierras de
Urbasa y
Aralar, a los pies del monte Alzania, en la confluencia de los ríos Burunda y Alzania, se asienta este núcleo de población que es el más importante de la
Sakana. Es eje de comunicaciones entre Navarra, Gipuzkoa y Araba/Álava tanto en carreteras como en ferrocarril, y esto la convierte en un importante foco industrial.
El centenario caserío, de grandes casas con portalones y vanos de reducidas dimensiones, se aglutina en torno a la sobria
iglesia parroquial de La Asunción. En su interior atesora un soberbio retablo romanista cuya escultura y policromía son de inestimable calidad.
En la plaza de los Fueros se ubica una curiosa escultura de José Ulibarrena. Aprovechando un primitivo nogal, mediante diversas figuras, es la máxima representación de lo que es Alsasua en su esencia: arraigadas costumbres, mitología, naturaleza, pelota y música.
En el corazón de la localidad, en un espacio ajardinado, se instaló una locomotora "japonesa" eléctrica, una de las primeras de este tipo que circuló por la red de ferrocarriles de España.
En las inmediaciones del municipio, se halla la ermita del milagroso
Cristo de Otadia cuyo titular del siglo XVI se refugia en un retablo barroco.