
Probar un poco de queso, saborear unas pastas caseras o no poder resistirse a un talo con chistorra recién hecho…. Sentir la delicada textura de una crema natural, mancharte las manos con el barro del alfarero o escuchar el martilleo del hierro en la forja…
Si quieres descubrir
oficios y sabores de antaño y la exquisitez de los
productos trabajados a mano, la
plaza de Leitza será el mejor escaparate, como viene siendo habitual, en el mes de mayo. Aprovecha la oportunidad y aprende de los productores, de su modo de hacer, y compra para ti o para los tuyos regalos hechos con alma, y únicos.
Y por supuesto, no te olvides de bailar al compás de los gaiteros junto a los gigantes de la localidad.
Si además quieres completar la jornada, podrás levantar una piedra de más de 100 kg en el
Parque de la Piedra-Peru Harri, dar de comer a ciervos en
Lesakenea o sacarte una foto en uno de los
escenarios de la película más taquillera del cine español, "8 Apellidos vascos".