Palacio Real de noche

Olite: pura fantasía medieval al alcance de tu mano

Conquista su castillo, callejea por sus rúas y siente la magia que se vivía en el Reyno

Imagina un pueblo de calles empedradas, nobles caserones, galerías medievales y espléndidas iglesias. Imagina a sus gentes conversando, a los comerciantes anunciando sus mercancías y a los labradores trabajando el campo y los viñedos más allá de las murallas.

Imagina un hermoso castillo dominando la villa. Con impresionantes torres, lujosas estancias y los jardines más frondosos que se puedan cultivar.

Y ahora deja de imaginar, porque lo que te hemos contado no es un espejismo. Es un lugar muy real y está en la Zona Media de Navarra.

Su nombre es Olite y su castillo, el Palacio Real.

Y a continuación vamos a darte toda la información necesaria para que vengas a conocerlo y disfrutes de uno de los castillos más bonitos de España.

Por qué visitar Olite y su Palacio Real

  • Calle del casco histórico Un casco histórico medieval por el que es un gusto pasear

    Un casco histórico medieval por el que es un gusto pasear

  • Palacio Real de noche Un palacio que lleva tu imaginación a escenarios de cuento

    Un palacio que lleva tu imaginación a escenarios de cuento

  • Copa de vino tinto Una tradición vinícola que la convierte en la capital del vino navarro

    Una tradición vinícola que la convierte en la capital del vino navarro

Plano de Olite

Para conocer los puntos más interesantes de la localidad, consulta el plano.

​​​​​​​OFICINA DE TURISMO DE OLITE

  • 848 423 222
  • oit.olite@navarra.es

Olite

Vamos por partes.

Es casi seguro que asocies el nombre de Olite a su Palacio Real. Es normal que una joya así sea tan reconocida. Y aunque estamos de acuerdo con que el palacio es el motivo número uno por el que acercarse a Olite, es igual de cierto que no hay mejor escenario para que el palacio brille que su encantador casco histórico.

Esta pequeña ciudad, de poco más de 3.000 habitantes, es un entramado de robustas casonas solariegas con imponentes blasones en las fachadas, murallas romanas, arcadas góticas y bonitas iglesias.

Atravesar el portal de la Torre del Chapitel y acceder a la plaza Carlos III, admirar el ayuntamiento, tan señorial él, y tomar un vino en alguna de las terrazas te dará una perspectiva fantástica de la vida en Olite.

Si sigues paseando te toparás con palacios renacentistas y barrocos y con la iglesia de San Pedro en la Rúa Mayor.

Plaza de los Teobaldos y Palacio Real
  • Y si te puede la curiosidad por ver cómo era Olite en pleno medievo, estás de suerte porque no es un imposible.

    Visitándola el fin de semana de agosto en que se celebran la Fiestas Medievales  podrás disfrutar de un momento en que la ciudad se acicala por completo con mercaderes, artesanas, titiriteros, trovadoras, clérigos, arqueras, halconeros y malabaristas que toman las calles y las llenan de alboroto.

    No es un viaje en el tiempo como tal, pero sí de lo más parecido que existe.

    ¡Ah! Y hay otro evento bien especial en verano, entre finales de julio y principios de agosto: el Festival de Teatro de Olite. No dejes de asistir a alguna de las obras. Las paredes de este imponente castillo como telón de fondo le dan un punto muy especial.

Palacio Real al atardecer

Historia del Castillo de Olite

Ahora sí, ha llegado el momento de hablar de uno de los castillos más majestuosos que te puedas encontrar, no ya en Navarra, sino en todo el país. Y no es cosa nuestra; basta con que busques opiniones en Internet para convencerte de que el Palacio Real de Olite es un señor palacio.

Monumento Nacional desde 1925, la antigua corte de los Reyes navarros se estableció en Olite, en uno de los castillos medievales más lujosos de Europa. Su construcción se llevó a cabo sobre una fortaleza del S.XIII, que a su vez se erigió sobre unos restos arquitectónicos romanos.

En su peculiar configuración se palpa la influencia de la arquitectura francesa y de la decoración mudéjar. De esto se encargó, en el S.XV, el rey Carlos III «el Noble», quien hizo que los maestros artesanos encargados de la obra viajaran con él a Francia y a Castilla para contemplar los palacios más espléndidos del momento.

Esta abundancia económica resultó en un castillo extravagante, de estilo gótico, a base de torres, estancias, galerías, jardines y patios construidos con los más nobles materiales y acabados con una profusa decoración.

"Seguro estoy que no hay rey que tenga palacio ni castillo más hermoso y de tantas habitaciones doradas."

Así rezaba el diario de un viajero alemán que visitó España en el siglo XV —conservado en el British Museum— en el que señalaba su admiración por este castillo-palacio.

Un jardín colgante

En sus murallas se llegó a cultivar un jardín colgante y en sus patios habitaban aves, cisnes, jaurías de perros, leones, un camello, un lobo cerval, papagayos, búfalos y hasta una jirafa.

Un palacio en el que se celebraban grandes fiestas, torneos de caballería, espectáculos artísticos y corridas de toros.

Como ves, fue un castillo con mucha vida en sus buenos tiempos, y cuando lo veas con tus propios ojos entenderás por qué.

Una dama medieval saluda desde un balcón del Palacio Real
Detalle de una torre del Palacio Real
Contemplando el paisaje desde una torre del Palacio Real

Visita al castillo de Olite

El castillo de Olite, por cierto, tiene dos partes diferenciadas, el Palacio Viejo, que actualmente alberga un Parador Nacional —ocasión magnífica para saborear el gusto medieval desde la propia cama— y el Palacio Nuevo, abierto a los visitantes y que luce su aspecto actual gracias a una restauración acometida en 1937.

En cuanto a la visita, puedes hacerla por tu cuenta con audioguía o reservar un tour guiado por sus instalaciones, cosa que te recomendamos vivamente. Y si viajas con peques, no te pierdas la visita infantil —que incluye material didáctico— en la que toda la familia disfrutaréis de lo lindo.

Decidas lo que decidas, estos son los puntos que no te puedes perder por nada del mundo:

  • Las cámaras reales: en el núcleo central y alrededor de las cuales se distribuye el resto del castillo. Destacan los ventanales abocinados y el patio del naranjo, al que se accede desde la cámara de la reina.
  • La torres: se alzan sobre las cámaras reales y de entre todas destacamos tres: la del Homenaje, la más alta y espectacular; la de las Tres Coronas, de formas caprichosas; y la de los Cuatro Vientos, desde la que antaño se asistía a los torneos y hoy en día brinda unas hermosas vistas del casco urbano y los viñedos que lo rodean.
  • El pozo de hielo: en la parte sombría del castillo encontrarás este pozo que servía para almacenar capas de nieve y conservar alimentos. Lo reconocerás porque su enorme tapadera recuerda a una cáscara de huevo.
  • Los jardines: tanto el principal, a la entrada del recinto, que solía estar repleto de naranjos, como el de la Pajarera y el de la Morera. En este último encontrarás una morera centenaria declarada Monumento Natural.

Y hasta aquí nuestra pequeña crónica sobre el Palacio Real de Olite. Tenía que ser pequeña porque lo que queremos es que te pique el gusanillo para que organices la visita en cuanto tengas ocasión. Verás como hemos hecho bien en azuzar tu intriga.

No te pierdas las visitas guiadas al Palacio Real de Olite

Iglesia de Santa María la Real

Decir Olite no es solo decir castillo. 

La Iglesia de Santa María la Real, unida al castillo, es un ejemplo delicadísimo del gótico en Navarra; en su interior se celebraban las ceremonias más solemnes de la corte.

Precedida por un original atrio exento de arquerías góticas, en su fachada se observa la influencia de los talleres parisinos. Sus iconos y la policromía original —recuperada tras su restauración— te transportan a escenas bíblicas como la Anunciación de María, el Nacimiento de Jesús o la Huída a Egipto. Y a ambos lados de la puerta, relieves de la vida de los apóstoles enmarcados por arquerías.

Otro de sus elementos destacados es el gran rosetón del segundo arco ojival. Sus coloridos mosaicos forman patrones abstractos y geométricos que podrás apreciar mejor al entrar en la nave.

En el interior, un retablo renacentista presidido por una talla gótica de la Virgen y una imagen del Cristo de la Buena Muerte, en el que se perciben el influjo de las pintura flamenca e italiana con escenas de la vida de la Virgen y de Jesús.

Como ves, la iglesia está repleta de detalles en los que detenerse que te acercará un poco más a los tiempos gloriosos del Reyno de Navarra.

Iglesia de Santa María la Real de Olite

Enoturismo, visitas guiadas y otros planes en Olite

Es el momento de organizarse y decidir si visitas el castillo por tu cuenta o prefieres hacerlo de forma guiada. Recuerda que tienes la opción de realizar una visita guiada por todo el pueblo y conocer sus iglesias y secretos mejor guardados.

Olite, la capital del vino de Navarra

¿Sabías que se han descubierto bodegas en el entorno de Olite de época romana? Aquí, los viñedos y el vino siempre han formado parte del paisaje y de la sociedad navarra. Descúbrelo a través de Enozentrum, el centro de la cultura vitivinícola ubicado junto a la Oficina de Turismo y a través de las experiencias enoturísticas que te ofrecen las bodegas.

Ver todos los planes de Olite

¿Qué puedo hacer cerca de Olite?

Si te gustan los castillos y quieres continuar en la Edad Media, no te pierdas el Cerco de Artajona, un recinto amurallado con 9 torreones almenados unidos por el camino de ronda.

Cerca de Olite también, algunos pueblos medievales tan bonitos como Ujué o San Martín de Unx, el Monasterio cisterciense de la Oliva, el Museo y Yacimiento arqueológico de las Eretas o la capital de la comarca, Tafalla. 

Y para rematar, recuerda que podrás visitar las bodegas de la zona.

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